Jeny es mucho más que una trabajadora; es un alma apasionada que ha abrazado Croquetas Fernández como si fuera suyo desde el primer día. Con una energía inquebrantable y un amor genuino por su oficio, Jeny se convirtió en la primera mujer del negocio en encargarse de elaborar cada empanadita desde cero, un trabajo que requiere tanto fuerza como precisión.
Desde amasar hasta darle forma perfecta a cada empanadita, Jeny pone su corazón en cada paso, asegurándose de que cada bocado refleje los altos estándares de calidad y sabor que caracterizan a Croquetas Fernández. Su dedicación y cariño no solo elevan el producto final, sino que también inspiran a todo el equipo a seguir trabajando con la misma pasión y entrega.
Jeny es la prueba viviente de que cuando el amor por lo que se hace se combina con determinación, el resultado trasciende lo ordinario y se convierte en algo extraordinario.